1.
Formalista: este negociador principalmente se basa en el empleo de los procesos
establecidos por él o su empresa,
tratando por todos los medios de no salirse del camino prefijado
El objetivo buscado en la
negociación es el emplear tanto tiempo como sea necesario para dar
satisfacción a su motivación, que es la
exigencia del deber bien hecho
Este tipo de negociador tiene
principalmente las siguientes características:
·
Es meticuloso y perfeccionista,
consiente, además de la dificultad que puede implicar el proceso de negociar.
No le gustan los cambios.
·
Es cauteloso y distante en sus
manifestaciones, procurando no tomar decisiones que no estén suficiente respaldadas por sus reglamentos
·
Resiste muy bien a la presión,
posee un alto grado de autocontrol y
está preparado para negociaciones prolongadas.
·
Es realista, no esperando
mucho de la otra parte, se conforma con
un nivel bajo de expectativas, las que él considere que son suficientes para
sus objetivos.
·
Prefiere negociaciones basadas
en testimonios y argumentos por escrito que orales. Es exigente en el
cumplimiento de los acuerdos tomados
·
En negociaciones continuadas y
rutinarias es muy efectivo para las empresas. No suele implicarse en
motivaciones personales con el negociador.
2.
Cooperativo: Las personas con
este estilo buscan principalmente una relación cordial y de confianza, casi de
tipo paternal hacia la otra parte.
El objetivo buscado principalmente es el de evitar la confrontación
y encontrar una solución aceptable para ambos.
Presenta las siguientes características:
·
Considera como elemento
primordial la armonía entre las partes buscando los puntos que tienen en común
para construir la negociación.
·
Le gusta la colaboración y
mantener relaciones de afectividad con los oponentes.
·
No suele ocultar la información
y manifiesta abiertamente las necesidades y objetivos perseguidos a la otra
parte, con el fin de conseguir acuerdos
gratificantes.
·
Confía en “la palabra” y en el “otro”, prefiriendo
la comunicación oral a los documentos escritos.
·
Tiene una gran habilidad de
relación y trata de persuadir por medio de consejos o pidiendo ayuda y
comprensión.
·
Trata por todos los medios de
limar los puntos de desacuerdo, cediendo a veces de forma generosa, más de lo
previsto, con el ánimo de llegar al acuerdo.
·
Suele escuchar más que hablar invitando con
su lenguaje no verbal a la otra parte al diálogo y a que se sienta confiado. No
le importa dedicar tiempo en la negociación.
·
Busca el acuerdo mediante la
cooperación, pensando que lo que es
ventajoso para él, también debe derlo para el otro. No es manipulador y
defiende con objetividad los intereses de ambas partes por un igual.
3.
Diplomático: estos negociadores
buscan llegar a un equilibrio entre las partes de forma pragmática, es decir,
se conforman con que sean lo suficientemente válidos para sus intereses aunque
sean modestos.
El objetivo que persiguen es, mediante el intercambio de cesiones
por ambas partes, llegar a una zona de equilibrio, donde los beneficios
obtenidos salvaguarden la imagen en intereses de ambos.
Reconocemos el perfil de este tipo de negociador porque:
·
Muestra una prudencia
acentuada, casi con una imagen de modesto, pero esconde una fortaleza
importante. Mostrando una gran firmeza en su planeamiento, si se ve obligado a
demostrarlo.
·
Aunque su interlocutor se
muestre agresivo, él no pierde la compostura ni se fatiga, es analítico en
lugar de emotivo y paciente por lo que el factor tiempo juega a su favor.
·
Tiene gran capacidad de diálogo
y fluidez verbal, es equilibrado y le gusta negociar en un clima de
cordialidad, pero sin pasarse.
·
Maneja muy bien el concepto de
sus “expectativas”, adaptándolas de forma práctica, si ello lo lleva a la
conciliación, cuando hay puntos de vista
divergentes.
·
Durante el proceso no trata de
dominar pero es directo en el planteamiento, tratando de llegar cuanto antes al
acuerdo.
·
Es muy discreto en la
información que vierte con respecto a otros y le da mucha importancia a las pruebas que muestre
lo que se dice en los argumentos.
·
Nunca se compromete con aquello
que no puede cumplir y tiene una gran facilidad para adaptarse al estilo y
forma de negociar del oponente.
4.
Impositivo: El calificativo ya
nos permite forjar una idea de este tipo de negociador. Quiere vencer en la
negociación, por la fuerza si es necesario, tratan de imponer sus puntos de
vista y salir victorioso en los
procesos.
El objetivo que persigue al negociar es conseguir “la mayor parte
del pastel”, no importándole la confrontación ya que está seguro de ganar por
la percepción de superioridad que tiene de sí mismo. Busca el tipo de
negociación de obtener algo por nada,
“gano yo- pierde él”
Las características de su perfil son muy fáciles de detectar ya que:
·
Se muestra impetuoso,
arrollador, tomando las decisiones de forma rápida y queriendo llegar pronto al
cierre del proceso.
·
Piensa que su poder radica en
la fuerza (realmente lo que hace muchas veces es ocultar sentimientos de
inferioridad) empleándola como elemento motivador.
·
El clima que genera es de
tensión y solo está dispuesto a la cooperación si él cree que los demás están aceptando lo que él indica.
·
Es muy analítico y cada
argumento esgrimido por el oponente lo disecciona y lo contrarresta con objeciones.
·
En sus demandas es muy
explícito y preciso, no entreteniéndose en sutilezas ni vaguedades. Va
directamente al grano.
·
Está muy seguro de sus
planteamientos y objetivos, por lo cual no le importa dedicar mucho tiempo a la
negociación. Basado en su dureza y como no le gusta perder, piensa que cuanto
más dure el proceso antes cederá el oponente.
·
Maneja muy bien el lenguaje verbal
y los gestos, tratando de intimidar a la
otra parte. Mira de frente al interlocutor y sus ojos muestra altivez y
persuasión.
·
Habla más que escucha y
considera toda negociación como un
enfrentamiento en el que uno gana y otro pierde. Piensa que las ventajas
para él, tiene que provenir
inevitablemente de desventajas para la otra parte y eso no le preocupa en
absoluto
5.
Dirigente: Las personas con
este tipo de negociación son considerados como “perfectos negociadores”. Son
las que en todo momento buscan la forma de resolver las negociaciones aportando
una gran objetividad e intentando la cooperación entre ambas partes.
El objetivo prioritario que persigue es aportar todos los medios
pasibles para encontrar soluciones viables y válidas para satisfacer las
necesidades y objetivos, tanto propios como de la otra parte. Sabe que tiene
que dar para obtener, por tanto su estilo es de “ganar- ganar”
Reconocemos perfectamente las características del poseedor de este
estilo ya que:
·
Sabe crear un clima de objetividad
y de una cierta cordialidad, donde impera la necesidad de afrontar los
objetivos y necesidades de ambos desde
una óptica de neutralidad, tratando de resolver el problema más que ganar.
·
Busca que ambas partes se impliquen en el examen
conjunto de cada una de las propuestas
aportadas en el proceso, confiando en su gran capacidad de análisis y síntesis,
así como también en la de la otra parte, si se demuestra honradez e
inteligencia.
·
Le encanta negociar, se
encuentra como “pez en el agua”, dominando perfectamente la comunicación verbal
y no verbal, pretendiendo que los resultados que se produzcan sean a largo
plazo, para lo cual utiliza a fondo la creatividad.
·
Tiene una visión de tipo
generalizada con una gran amplitud de
miras y se muestra flexible. Es inteligente y elimina todo tipo de prejuicios
que puedan distorsionar la esencia de los objetivos a negociar.
·
Es tranquilo, seguro de sí
mismo y equilibrado, no dejándose influir por el poder o cargo que pueda
ostentar el oponente y si el estilo o clima del proceso no es el apropiado. Con
su gran personalidad y dominio de las técnicas de comunicación logra que la
otra parte pase a la situación de construir juntos.
·
Se muestra firme en lo
esencial, pero flexible en lo secundario, logrando compromisos de lealtad,
continuidad y responsabilidad, tratando que los compromisos del acuerdo sean
justos y equitativos.
·
Transmite con precisión la
información demandada por el adversario para adecuarla al proceso, pero nunca
la utiliza para manipular, al contrario, trata de que sea un elemento d
efectividad.
·
Es muy respetuoso con el
oponente y nunca intenta arrinconarlo, buscando la posibilidad de ofrecerle una
salida airosa, pretende con sus acciones y comunicación eficacia pero sin herir
a nadie.
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